por Baldomero Fernández Moreno.
Poetas, no nos quejemos de nuestra pobreza. No andemos apenando el aire con lamentos de este jaez:
_No tengo dinero, no hay editores, no se cómo publicar mis versos.
Si fuéramos ricos, haríamos magníficas ediciones, con ejemplares numerados y por numerar, fuera de comercio y hasta fuera del mundo. Lo gracioso, lo heroico, es, a pesar de todo lograr un libro leve, blanco, y brindárselo al transeúnte como quien, al borde de un sendero, ofreciese una mariposa prisada entre el pulgar y el índice.
extraído de "Quiosco"
Baldomero Fernández Moreno
El Francotirador Ediciones
Buenos Aires, 1995.
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