sábado, 27 de septiembre de 2008
DISLEXIA
Cristina va a N. York
visita el Consejo de las Americas,
va al Comite Judio Internacional,
y aparece la dislexia.
Puede decir Ajmadinehiab,
pero no le sale Guantanamo.
Puede decir Amia,
pero no puede Los Cinco presos Cubanos.
Puede decir Iran,
pero no Estados Unidos.
Pobrecita...
!Y es tan joven!
jueves, 25 de septiembre de 2008
Resumiendo
donde fui guardando bolitas de colores
trasparentes, pequeñas y bolones.
Resumo mi vida en un barrilete
desde donde he visto el mundo
atada a un hilo frágil y a un dedo.
Resumo mi vida en aquél cofrecito misterioso
que al fin sólo guardaba un sello de goma.
Hago como si tomara
en mis manos ese cofre
y lo guardara en el bolsillo.
Para caminar el tiempo que me queda
sólo tengo mi voz
y estas historias.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
yo-no-me-olvidé
*Argentina: La única respuesta es el silencio. Prof. Juan Carlos Sánchez (especial para ARGENPRESS.info)
Jorge J. López: ausente.
por Noe Sánchez
A dos años.
Para nombrar tu ausencia
tenemos más que silencio
tu nombre reaparecido en los muros
tu nombre reabriendo barbaries.
Para decirnos que estás
en un no-lugar, un no-tiempo
no acá con nosotros
no allá con los tuyos.
No estás para decir volvimos
yo y mis 30mil compas.
No estás para decir ganamos
ustedes y los que silenciaron.
No estás este año ni el pasado
ni estás cuando te preguntan dónde.
Jorge de silueta pintada
de fotos en los carteles
Jorge de cantos de lucha
Jorge de nuestras protestas
de nuestros llantos.
Sólo nos dan silencio
como respuesta
sólo nos dan los ecos
de nuestras voces
sólo nos dan silencio
para nombrarte
ausente de olor y de sombra.
Ausente sin más
ausente de sobra.
Aún de pie
porque no nos derriban
seguimos verificando
que nuestro dolor
no les devuelve el cuerpo
a los que nos robaron.
23/9 Día contra la explotación Sexual
Los chicos y la trata de personas
Por Eva Giberti. En Página 12.
domingo, 21 de septiembre de 2008
Te espero
Te espero en mi mar en calma
en mi patio de siesta
en mi amanecer de pájaros dormidos.
Te espero dibujando en la tierra
te espero con paciencia de luna
te espero acariciada de brisa
te espero tarareando un son.
Espero que vengas de risa
con flores de naranjo
perfumando desde el pecho.
Espero que venga tu viento
tu calor de mediodía,
de frente limpia segura
de mirada abierta de miel.
Que vengas con el cielo
atado a tu cintura
a despertar al mar los pájaros
a disponer los pasos.
Te espero para hacer llover
las lluvias de primavera
para generar con vos
las condiciones.
Espero verte salir
tremenda y fuerte
de tus abismos
habiendo ganado el tiempo
que otros perdimos.
domingo, 14 de septiembre de 2008
Cambio
De pronto cerré los ojos y decidí que todo iba a cambiar. Que el cielo sería otro, las calles, el viento, la sensación térmica y sobre todo los rostros, las historias con unos y otros. No sé cómo quería que cambiaran, nada demasiado nuevo, porque entiendo que cuesta mucho trabajo inventar realmente algo, y así, sólo cerrando los ojos, seguramente no podría crear nada.
Cerré los ojos y me pensé una diminuta concentración informe de átomos, que por momentos desaparecen para aparecer en otra dimensión del espacio de la que todavía no era consciente. Sólo era cuestión de abrir la conciencia en alguna otra dimensión. Por más similar que al principio pudiera parecerme.
Abrí los ojos y me disculpé con ellos por no ver nada diferente, convencida de que aquél era otro universo de posibilidades. Otras tendencias posibles. Y me dispuse a elegir de nuevo cada una de las decisiones que he tomado hasta ahora y que me sitúan en este círculo de espacio-tiempo.
Y no dejé de sentir lo que sentía hasta entonces. Pero se sumó otra sensación: la libertad de ser y decidir sobre todas las posibilidades existentes de cada situación. La libertad de imaginar que mientras soy consciente de un universo, estoy viviendo además y simultáneamente, otras tendencias posibles, que adquieren ese carácter como consecuencia de hombres y mujeres con los que confluimos en ciertos deseos sobre algo.
Se multiplicó por miles mi capacidad de amar. De construir, de aprender, de preguntar. Se multiplicaron por miles las oportunidades de compartir, las risas con ganas. Las oportunidades de vivir, de encontrarme de miles de formas con miles de almas.
Y supe que pude haber tenido o quizás tuve otras historias. Y me sentí hermana de mucha gente y madre de muchxs niñxs. Y me sentí millones de veces responsable de lo que hago por su alegría o por su dolor.
Y fui muchas veces feliz incluyendo, muchas veces, al dolor que supone siempre la felicidad.
jueves, 11 de septiembre de 2008
Allende
Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y ademas los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre del paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo
lunes, 8 de septiembre de 2008
Mi homenaje a Jose y a Antonio
14 Declaraciones
1. Nos habrán vencido,
si ya no nos importa
y nos da lo mismo tanto el hambre
o la pobreza de muchos,
como la riqueza de unos pocos.
2. Habrán vencido,
si pensamos que la revolución social
fue un intento fallido de unos locos
de un tiempo pasado,
o que “ya fue”, que fue una moda,
y que la solidaridad es sólo una palabra vacía
que sucumbió bajo las leyes
de la competencia.
3. Habrán vencido,
si creemos realmente
que las ideas han muerto,
y si consideramos la patria socialista,
como una antigüedad,
una utopía irrealizable,
o también -siguiendo las leyes del mercado-
como también algo desechable.
o hasta aún comprable.
4. Habrán vencido,
si no continuamos buscando
permanentemente la justicia,
si no ejercitamos la memoria,
si no ansiamos la verdad
con todo nuestro ser,
y con todo nuestro corazón,
aunque nos cueste, aunque nos duela,
u aunque estemos muy muy cansados
de la indiferencia de las mayorías.
5. Habrán vencido,
si no nos atrevemos
a ser revolucionarios
por sólo tener vergüenza
de hablar, escribir
y actuar como revolucionarios.
O porque nos miran “sobrándonos”
o porque no soportamos
que nos tilden de nostálgicos,
o de personajes tontos
y fuera de época,
o lo que es peor,
porque nos consideramos inútiles,
y que nada hoy podemos hacer excusándonos con:
“ellos sí podían, ellos eran capaces,
no como nosotros”.
Entonces habrán vencido.
6. Habrán vencido,
si ya nadie levanta las banderas
de la utopía de una patria grande y liberada,
donde no haya más hambre,
donde no haya más prepotencia de los poderosos
y de los que tienen más dinero
o más contactos con el gobierno,
y donde haya justicia
con los humildes y débiles.
7. Habrán vencido,
si solamente nos ponemos una remera
con el rostro del Che,
o si nombramos a Fidel, Gelman o Galeano,
o aún si cantamos a Viglietti o Víctos Jara,
pero no trabajamos de alguna forma
por la liberación.
8. Habrán vencido,
si no nos transformamos
en hombres y mujeres nuevos y libres.
En hombres distintos y jugados,
con la verdad a flor de labios
la ética y la transparencia en nuestras acciones
y la coherencia en nuestras vidas.
9. Habrán vencido
si no enseñamos y/o compartimos
nuestra visión de la historia,
la política o los derechos
o de al menos “algo”…
Pero a la vez,
si no damos al mismo tiempo
el ejemplo de estar
plenamente comprometidos
con ese “algo”…
10. Habrán vencido,
si lloramos a nuestros hermanos,
familiares y amigos torturados y asesinados,
pero luego,
si después de las lágrimas
no continuamos la lucha
por un mundo más justo.
Entonces ellos habrán vencido.
11. Habrán vencido,
si sentimos vergüenza
o nos ponemos siempre nuevas excusas
para no hablar y/o nombrar a los 30.000,
como también a sus asesinos,
si no deseamos dar
a cada uno su nombre,
si no ansiamos saber
quiénes y cuándo los asesinaron,
y si no procuramos justicia.…justicia… ..justicia. .
12. Habrán vencido,
si por este profundo dolor de la pérdida,
nos abandonamos a la depresión,
a la angustia y a la desesperanza,
no buscando el ánimo o la ayuda del amigo,
o del compañero, o del militante,
o aún de un buen libro,
o de una película aleccionadora,
o el recuerdo de un revolucionario
que creyó hasta las últimas consecuencias.
13. Habrán vencido,
si también por nuestra tristeza y amargura
ya no apreciamos la vida, un poema,
un atardecer, una canción, un chiste,
la sonrisa de nuestros hijos,
el abrazo o la mano estrechada
de los que nos aman,
la pureza e inocencia de los niños
o una noche estrellada.
Habrán vencido…
- Pero no los dejaremos vencer…
René H. Flores
3/09/08
Con honor y con dolor dedicado a mis dos hermanos desaparecidos: José Francisco Flores (09/09/76) y Antonio Jorge Flores (07/09/77).
domingo, 7 de septiembre de 2008
vueltas sobre el cine debate de anoche
Mayo en los cuerpos
“...la resistencia en principio convierte a la sociedad en digna.”
Alfredo Carballeda
Mayo es un mes que invita a pensar en trabajadores. Si no lo ha notado todavía, sería bueno que hoy comience a hacerlo.
Es un mes que se abre con la conmemoración del Crimen de Chicago, y que no tiene tantos días como fuera necesario para conmemorar todos los asesinatos represivos que se produjeron desde aquél 1886 (y antes) hasta hoy.
Ya muchos han hablado de estas cuestiones. Yo simplemente me detengo a pensar en las repercusiones que producen hoy las manifestaciones, huelgas, paros y todas formas de aparición pública de aquellos que sufren situaciones de injusticia.
Hace un tiempo vengo prestando atención a la gente que se encuentra en la calle con una manifestación, los escucho comentar, los observo gesticular. No voy a concluir en base a esta pseudo-investigación, solamente intento algunas líneas con la intención de abrir algunas puertas.
Cuanto más me doy cuenta de las razones por las cuales seguimos organizados bajo un sistema de producción capitalista, más ganas me dan de vivir en otro planeta.
Salteando este punto, parto de creer que todos sabemos que en este mundo la mayoría de la gente que sufre daños -o injusticias- son trabajadores, no “gozan de los beneficios del lucro”. Y es también la mayor parte de la gente que sufre.
El daño que estas personas soportan es crónico, lento, profundo. Es convivir todos los días y todo el día con la no-oportunidad, con la exclusión, con la imposibilidad.
Imposibilidad de tener cuando otros tienen, imposibilidad de hacer cuando otros hacen, imposibilidad de cambiar su condición sin enormes, muy enormes dificultades.
Estas dificultades quedaron de manifiesto aquél 1 de mayo y los días posteriores, cuando quién sabe cuántas personas murieron.
También quedaron de manifiesto en el asesinato de Carlos Fuentealba en Neuquén.
Y se ponen de manifiesto en cada expresión pública de los diferentes grupos, al proclamar sus reclamos.
Sin embargo cuando hay una ruta cortada, una marcha por las calles, un paro de servicios; cuando no se dictan clases, no se atiende en los hospitales, no funciona el transporte; no es raro escuchar las quejas de quienes no manifiestan y se sienten víctimas. Se produce una especie de fragmentación entre los trabajadores de un sector y de otros, y los “perjudicados” por la manifestación casi no pueden pensarse en el lugar de manifestantes. En cambio los ven como un estorbo, una molestia a la cual no tienen derecho.
Pero hay otras formas de mirar la cuestión. Frente a un grupo de gente que irrumpe en el espacio público otros podrán ver lo que realmente es: una historia de falta de respuestas, de intentos malogrados, de frustraciones. Un camino de soportar situaciones indignas, humillantes, violentas.
Un pedido de solidaridad, de que muchos se sumen al reclamo por considerarlo justo. Un tender las manos para recibir apoyo, para no sufrir más por causa de otros.
Imaginando cosas, pensaba qué pasaría si cada vez que un grupo organizara un paro o movilización, la gente que se fuera enterando se uniera a su reclamo y pusiera el cuerpo con ellos, en la calle. Y con el transcurso de las horas toda la ciudad fuera parando, todos saliendo de sus individualidades para unirse al reclamo de unos. Y si no fuera suficiente, otras ciudades parando, el campo, todo el país. En pos de que nadie viva una situación más de violencia e injusticia.
Entonces sí que sería una locura disparar a quemarropa, reprimir, golpear, detener o torturar a quienes están denunciando.
Nuestros países sólo alcanzan el grado de dignidad que lleva a resistir, y por eso se hacen visibles los cuerpos marcados por la inequidad, por el hambre, por la violencia ejercida desde el poder que manda ocultarlos para evitar posibles sanciones sociales. Y desde el mercado que entra en pánico ante los cuerpos organizados, que intentan construir nuevas realidades.1
Yo me pregunto si seremos capaces de lograr un grado mayor de dignidad ¿Cómo se riega la solidaridad?
Haga su aporte, todos los intentos son válidos.
Noe Sánchez
1 Carballeda, Alfredo, Revista escenarios Nº 8, 2004.
abrir los ojos
Despertar para ver el mundo
más acá, mucho más acá
de la realidad.