lunes, 17 de noviembre de 2008

Economía de Balcón. ( Por una Reforma Agraria)

Hablar de reforma agraria suena siempre a campesinos, y nosotros no somos campesinos. O muchos de nosotros. Por lo cual hacemos silencio y dejamos pasar el tema, hasta que toque alguno que sí nos incumba.
Esto evidencia nuestra pobreza, ya que lo que pasa en el campo influye en la economía doméstica, en la biodiversidad (oro puro, señores... por eso insisten en patentarla), en las posibilidades de trabajo... Es así, el modelo sojero tiene un costo, y es humano.
Sin embargo la reforma agraria incumbe, también, a todos los que no tenemos tierras, no digo para exportar sino para vivir, y no es que quiera tierras tampoco: la tierra es de tod@s, ése es el problema. No es sólo de aquellos que la robaron , de aquellos que aunque no quieran saberlo son responsables de tanto hambre de tantos niños.
Por eso el tema es nuestro. El reclamo es nuestro. Todas las personas tienen derecho a un lugar donde vivir, y eso no es utopìa sino ley (Art. 14 bis de la Constitución; Art. 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Art. 11 del PIDESC y Art. 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño).
Aquí los primeros frutos de nuestra huerta de balcón (se ven dos pequeños tomates), evidencia de las ganas de vivir.

Suelen decir que una reforma de la propiedad de la tierra significaría una baja de la productividad a causa del atraso de los pequeños productores y su escasa tecnología... Pues tendrían más tecnología si tuvieran tierras, si la tecnología no estuviera al servicio del imperio, en fin si la riqueza no estuviera tan mal repartida.

3 comentarios:

Javier dijo...

Felicitaciones por esa vida! por esos tomates! Si todos hicieramos algo similar... pero que pobres son nuestras almas! que cansadas estan!

Beso y gracias por comentar en mi blog,

Javier

Noe Sánchez dijo...

Bueno Javi, gracias...
por ahí está bueno pensar que seguimos en eso de alimentarlas, pobres almas nuestras. Y que de tanto en tanto, nos sale!
un abrazo
Beta

Noe Sánchez dijo...

quiero hacer una aclaración, la vida de esta huerta es responsabilidad, fundamentalmente, de un hombre coherente que vive donde vivo yo.

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