Siembro tu cabeza en mi pecho
con las manos preparo mi tierra
y hundo de a poco tu sien, tu cabello.
Desde el fondo de tus recovecos
crecerán más luces tuyas, más tibiezas
tu comprensión se inundará de mí
de mí van a llenarse tus tinieblas
y lo que sea más bonito de mi amor
podrá regocijarse en tu mirada
podrá mirarte desde ahí, mirarlo todo
multiplicarse finalmente, embellecido
con las dulzuras que me concediste
con todo el brillo que me descubriste
que me mostraste.
Y sobre todo si te llega el tiempo
de cosecharte
aún así sabré que todavía podré tocarte
que tus raíces en mí no van a degradarse
prepararé con mis manos la alegría
de recobrarte
te dejaré ser y hundido en mi pecho
resurgirá tu cabeza
por mí sembrada.
2 comentarios:
qué bonito eso... un abrazo.
me alegra que te haya gustado fulano
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