Bajo la clara señal de adelante
en los dedos tiesos de un guardia irreal
se estrella una y otra vez
la abandonada locomotora gris
contra el tiempo.
Y sonríe burlona la brisa
frente a su nariz
haciendo alarde de su ser efímera
mientras continúa la locomotora
a un instante de alcanzar la meta
de la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario