viernes, 23 de mayo de 2008

No hay pan duro, para el hambre

20/05/08

Por Alfredo Grande

“el escándalo es la cara visible de la hipocresía”
aforisma implicado

(APe).- No hay nada. Puro Hambre, sin nada que asome en el horizonte ni en la cacerola para saciarlo. La pulsión, ese regodeo cultural del instinto, queda amputada. Privada del objeto no contingente que debería, al presentarse accesible, descargarla en el mundo exterior. El Puro Hambre habla de una dislocación fundante. Algo que debe ser prolongado en un mecanismo indisoluble, a saber, hambre-alimento-saciedad, es descuartizado por la carencia absoluta. El mecanismo de la satisfacción es interrumpido. Un corte a la más elemental de las biologías: la del circuito necesidad-satisfacción.

El Puro Hambre es un mecanismo perfecto de exterminio. Implica una carencia, nunca un sobrante. No hay exceso de hambrientos. Hay una planificada ausencia de alimentos. El asesinato serial se consuma por un exceso de falta, por un exceso de carencia. Sin la presencia incómoda de armas, campos de exterminio, gases venenosos, calabozos que son las mazmorras de la posmodernidad. Asesinar 18.000 niños por día en todo el mundo en una operación silenciosa. Y monocorde. Sin la estridencia de una bomba; sin los gritos desgarradores de una agonía. El Puro Hambre es una forma encubridora de solución final. Las vestiduras de los burócratas son desgarradas. El problema del hambre es reconocido en sus manifestaciones más atroces. Reconocido y desmentido. Una y otra vez, retorna en campañas de solidaridad, absolutamente menos eficaces que las simultáneas campañas de limpieza étnica y biológica. El hambre es un crimen, es tan cierto como que también sabemos quiénes son los criminales. No más de 6 mega empresas que controlan el agro negocio del planeta. Nunca tantos le debieron menos a tan pocos. ¿Serán llevadas a un tribunal internacional por crímenes de lesa humanidad en tiempos de paz? Marx había señalado que el sistema capitalista es incompatible con el uso racional de la agricultura. Racional en el sentido fundante: que los alimentos estén destinados a lograr la saciedad, no el mega lucro de las transnacionales. Pero sabemos que la realidad es apenas una ficción catastrófica. Las Naciones Unidas informa que 1.000 millones de personas viven con un dólar diario. Pienso que la información correcta es que 1.000 millones de personas mueren con un dólar por día. ¿Cuál será el estándar de la vida para las Naciones Unidas? Asistimos todavía asombrados a una planificación del exterminio sin aparato militar como protagonista principal. Como la historia del contrabando de carretillas, pasan mientras el guardia se pregunta qué será el contrabando. Una perversidad internacional se espanta de aquello que genera. Mega recitales para filantropías hipócritas. Monstruosos presupuestos para dar cuenta de inútiles campañas donde se pretende curar lo que deliberadamente no se quiso prevenir.Tsunamis alimentarios que no convocan más que guerras contra la pobreza, tácita manera de admitir que se ha firmado una paz duradera con la riqueza.

El hambre no provoca la rebelión. El mecanismo fisiológico se anestesia en pocos días, y ya ni la sensación perdura. Lo demás es como un estado de coma que gradualmente va aumentando. A diferencia de la sed, el hambre se hace tolerable. Deja de sentirse como tal. Se clausuran los registros. Incluso puede ser difícil que el hambriento y desnutrido acepte aquello que más necesita: el alimento. El Puro Hambre ya no puede ser saciado. Nunca más.

Ni pan duro habrá para ese hambre. Al menos nunca sabrán que el sobrante de alimentos se destruye para sostener los precios competitivos. La única misericordia que el sistema se permite.

lunes, 19 de mayo de 2008

Nunca más

Aun si no hubieran
30.000 razones
para eliminar al ejército
argentino

bastarían las oficializadas 8.960
razones para eliminar
al ejército argentino.

Rolando Revagliatti

viernes, 16 de mayo de 2008

Racismo e ignorancia en la justicia argentina

Imagen: Bolivianos residentes en Buenos Aires en una marcha contra la explotación en 2006.
Qué vergüeza!!

Polémico fallo del juez Oyarbide sobre inmigrantes bolivianos

El juez argumentó que el sistema de explotación era herencia de la cultura de los pueblos originarios del Altiplano boliviano, por lo que sobreseyó a directivos textiles.

El juez federal Norberto Oyarbide sobreseyó a tres directivos de una empresa textil, acusados de subcontratar talleres de costura donde trabajaban inmigrantes en condiciones precarias, argumentando que esta forma de trabajo sería herencia de "costumbres y pautas culturales de los pueblos originarios del Altiplano boliviano" de donde proviene la mayoría de los trabajadores.

Lee el artículo en

http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=190224

jueves, 15 de mayo de 2008

El rol social de los adolescentes y los jóvenes


Por Noelia Sánchez
Imagen: Julia Fullerton-Batten


Partimos de la idea de que el lugar de los jóvenes en una sociedad es una construcción más o menos pensada por esa sociedad. Más aún, la adolescencia tal como la entendemos nosotros, no existe ni existió en todas las culturas. En otras épocas el niño no era más que un adulto en miniatura, deficiente, incompleto, que cuando alcanzaba cierta altura pasaba a realizar tareas de adultos. Hay culturas en las que el rito de iniciación a la edad adulta se hace desde muy jóvenes, alrededor de los 11 años de edad. Es decir que “desde el vamos” la adolescencia es un invento nuestro y del que nos tenemos que hacer cargo.

Cuando hablamos del rol, hablamos del papel que se espera que cumplan ciertos grupos, en este caso los adolescentes y los jóvenes, en una sociedad. Dos aclaraciones: primero que esto supone que los grupos –por ejemplo, jóvenes, adultos, mujeres, profesionales- están insertos en una sociedad en función de la cual tendrán asignado un papel, o sea, los grupos no van a entenderse dentro de esa sociedad aislados, sino que tendrán una función, tendrán un deber que aporte a la comunidad. Segundo, cuando la sociedad espera algo de un grupo, más le vale a ese grupo responder a ese mandato, caso contrario se produce el rechazo, la discriminación, el “está mal visto”, y todos los mecanismos que puede darse esa sociedad para alinear al desviado.

¿Qué pasa en el caso de los adolescentes y los jóvenes? En nuestra sociedad los adolescentes no están preparados para muchas cosas de la vida civil y política, no pueden votar hasta cierta edad ni representar a otros, no pueden trabajar, ni agremiarse, ni fundar asociaciones civiles, entre otras cosas. Cuando llegan a cierta edad, por ejemplo para votar, igual siguen siendo demasiado jóvenes, y se considera que no tienen experiencia (“...Dicen la juventud no tiene para gobernar experiencia suficiente...” León Gieco).

¿Y qué pueden hacer los jóvenes? Estudiar.

Esta sociedad promueve, más en el discurso que en los hechos, la educación como valor fundamental, llave para “ser algo en la vida”, incluso la “educación permanente”. Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, sobre todo, pero yo diría casi exclusivamente, tienen que estudiar. Esa es su función: “formarse para el futuro”, sin proponer, sin quejarse, sin crear, sin opinar, sin ser casi tomados en cuenta. Los únicos que realmente debieran tomarlos en cuenta son los docentes – y los padres, responsables últimos de todo lo que los chicos hagan-. Aquí debería hacer un paréntesis, para recordar a todos los adolescentes y jóvenes que no pueden estudiar, porque el sistema los expulsa, porque tienen que trabajar demasiadas horas o porque la propuesta educativa no es accesible en sus costos, que después de esta mención quedarán otra vez completamente excluidos.

Cuando uno lo plantea así, suena un poco duro, y uno tiende a pensar que los chicos deben tener más funciones, que pueden hacer más cosas. Y sí, claro que pueden, pero casi nada de las demás cosas que pueden y saben y podrían hacer los chicos, se esperan socialmente de ellos. Sólo esporádicamente sus logros y apariciones pueden ser bienvenidas.

En conclusión, el rol de los adolescentes y jóvenes en esta sociedad es negativo, implica variadas responsabilidades que se agregan por su edad, pero poco protagonismo. La sociedad adulta emite el mensaje de que no le interesa lo que los jóvenes opinan, por lo que no se crean para ellos espacios de participación, ni lugares acordes a sus intereses. Además se los persigue, por ejemplo, cuando hay grupos de chicos en la calle, la gente piensa que pueden hacer algún daño, que pueden estar drogados o alcoholizados. Incluso suelen llamar a la policía. Hay mucho abuso, mucho desprecio de los adultos hacia los jóvenes.

Nos dijeron que esta “es la mejor edad” y sin embargo es también “la edad del pavo”. Es decir: los significados y discursos que esta sociedad tiene para este grupo son bien contradictorios, es necesario tomar una posición, la mía se sitúa en el Paradigma del Protagonismo infantil, que considera al adolescente como un “adulto subordinado”, al que no se le da ningún poder. Lejos de eso, tampoco se lo escucha. Pocos derechos se les reconocen, y pocas funciones sociales. O sea, se les dice: “ustedes no tienen nada útil para hacer ni para decir”.

Chicos y chicas: eso es mentira. Pocas personas en esta sociedad van a hacer algo por defender sus derechos, y abrirles espacios de participación social, política o económica, son ustedes quienes tienen que pensar y decidir qué es lo que pueden proponer al mundo. Quieren hacerles creer que a ustedes la participación no les interesa, para que no digan lo que les pasa, porque resulta que lo que a ustedes les pasa muchas veces es síntoma o consecuencia de lo que ellos hicieron mal. Ellos, los que ya tienen experiencia, los que ya tienen funciones, los adultos, los “autorizados”.

Es hora de empezar a hacer frente a todo lo que les quieren vender. La moda homogénea, el consumismo, el ser perfectamente funcionales a un sistema que los oprime. Un sistema que los prepara para el futuro como si ustedes no fueran personas capaces y pensantes hoy. Lo son, chicos. No crean lo contrario. Demuestren que más allá de todas las normas que quieran imponerles, ustedes pueden crear y decir mucho.

Como saludo final, por hoy, les dejo una poesía de un adolescente: Germán Guedes, por un lado porque, si bien puede leerse dirigida a algún amor, también puede entenderse como un llamado de atención al mundo adulto. Y por otro lado, porque es una muestra de lo que ustedes pueden hacer si quieren, para muestra... basta un botón:

Cero

Soy el número no número

más allá del más y el menos

ni muy malo ni muy bueno

en tu mundo soy un cero.

Del ayer fui mi reflejo

del futuro seré nada

para qué cantan las hadas

en tu mundo soy un cero.

Busco en ti lo que no tengo

busco y pierdo la esperanza

la nostalgia se abalanza

en tu mundo soy un cero.

Ya no puedo pero quiero

entregarme a la mañana

derramarme en la ventana

en tu mundo soy un cero.

Ya no puedo pero quiero

terminar con este día

acabar esta agonía

en tu mundo soy un cero.

Soy idiota sin esmero

más allá del más y el menos

ni tan malo ni tan bueno

en tu mundo soy un cero.

Germán Guedes

lunes, 12 de mayo de 2008

A los 98 años murió Irena Sendler. Mi homenaje a ella

Irena salvó a 2.500 niños judíos de morir en manos de los nazis. Gracias Irena.

Los niños sólo la conocían por su nombre clave Jolanta. Pero años más tarde cuando su foto salió en un periódico luego de ser premiada por sus acciones humanitarias durante la guerra "Un hombre, un pintor, me telefoneó," dijo Sendler, "`Recuerdo su rostro', dijo, 'Eres tú quién me sacó del gueto.' Tuve muchos llamados como ése".

Irena Sendler no se considera una heroína. Nunca se adjudicó crédito alguno por sus acciones. "Podría haber hecho más," dijo. "Este lamento me seguirá hasta el día que muera."



Tomado de http://www.raoulwallenberg.net/?es/salvadores/polacos/sendler/irena-sendler.50503.htm


domingo, 11 de mayo de 2008

Espectadores de la guerra

Un conflicto armado no es más

que una tos enorme de algún diablo pestilente,

un paso y otro, mil pasos atrás.

Un retorcijón de vergüenza en los testigos

una patada, un golpe oscuro

una deficiencia del habla

un ojo opaco de un niño entregado.

Con la ciencia tan desarrollada

tanto para matar cuanto para espectar

los espectadores sin júbilo y sin poder

acompañan frente a sus pantallas.

Lloran demasiado poco.

Demasiado poco lloran, lo digo

porque no producen ninguna inundación

ningún grito multitudinario que cambie

el equilibrio ambiental y genere

al menos un sismo.

Tampoco sus palabras son suficientes

si bien las dicen y las escriben,

nunca llegan a armar una gran bola

de voces y discursos escritos

sobre papel, sobre bolsas o telas,

que bien colocada pueda frenar alguna bala.

O por lo menos un arrepentimiento

un sentimiento de culpa tan fuerte y general

que contagie y llegue hasta los confines de la tierra.

Por lo tanto, las mayorías que no guerrean

nunca hacen más que mirar

nunca superan la indignación

siempre abandonan no sólo

a las víctimas sino también a esos

grupitos de inconformistas que salen

por las calles con pancartas por la paz

y vuelven a casa a guardar sus lágrimas

en un frasquito.

solos.

sábado, 10 de mayo de 2008

No a la trata de personas. No a las leyes irrisorias.

Para combatir seriamente la trata de personas se necesita voluntad política.

Una ley que busca prevenir y proteger a las víctimas no puede tener penas de 3 a 6 años. Eso es una burla. Eso es amparar a los tratantes. La trata de personas viola los derechos humanos elementales y agrupa todas las violaciones en un sólo delito: es secuestro, es servidumbre, es esclavitud, es extracción y venta de órganos, es proxenetismo, es violación, es prostitución infantil, es trabajo esclavo, es privación ilegítima de la libertad, es desaparición. Aplicar penas mínimas y excarcelables mediante fianzas irrisorias es impunidad.

Para el sistema punitivo de la justicia argentina, un objeto material tiene más valor que una persona. Por robo se pueden recibir penas desde 3 años hasta reclusión perpetua en casos agravados, no siendo éstos excarcelables. Un caso de trata tiene como pena máxima 25 años con todos los agravantes imaginables, y es siempre excarcelable. Es decir, para el sistema punitivo un simple objeto vale más que Fernanda Aguirre, Marita Verón, Otoño Uriarte o Florencia Pennacchi, para mencionar sólo algunos casos de trata.

Trata es trata. Diferenciar a las víctimas entre mayores y menores de edad, como lo propone la ley, es legitimar la trata. Detrás de una supuesta protección especial para las personas menores de edad, se esconde la revictimización, la desprotección y el abandono de las mayores. Por lo mismo, estas víctimas no están en condiciones de probar el nivel de torturas y amenazas al que fueron sometidas. En un país en el que por año se hacen 500 denuncias de mujeres desaparecidas para ser prostituidas, ¿es necesario probar que las víctimas son víctimas, que medió el engaño, la violencia, el abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad? ¿Qué persona puede “consentir” su propia esclavitud sino fuere por alguno de estos medios?



abrir los ojos

Abrir los ojos para soñar. Soñar para estar despiertas.
Despertar para ver el mundo
más acá, mucho más acá

de la realidad.